Covadonga, la tumba del rey Don Pelayo



Pelayo fue el primer monarca del reino de Asturias, que rigió durante 19 años hasta su muerte. También comenzó la reconquista. Esta guerra que duró j770 años tenía como objetivo retomar la península Ibérica.  Desafortunadamente Pelayo murió en Cangas de Onís en el año 737.

La primera sepultura

 Después de su defunción, su cadáver recibió sepultura en la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, situada en la localidad asturiana de Abamia, en la que previamente había sido sepultada su esposa, la reina Gaudiosa. En el lado del Evangelio de dicha iglesia, se conserva en la actualidad el sepulcro, vacío, que contuvo los restos del rey y enfrente, colocado en el lado de la Epístola, se encuentra el que contuvo los restos de su esposa.


La segunda sepultura



El cronista Ambrosio de Morales dejó constancia en su obra de que Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y de León, ordenó trasladar los restos del rey don Pelayo y los de su esposa a la Santa Cueva de Covadonga. Esta cueva como dice el nombre, se localiza en Covadonga, un pequeño pueblo que se localiza en la Cordillera Cantábrica. Esta cueva es una gruta en las estribaciones del Monte Auseva, que da nombre a la parroquia de Covadonga. La primera construcción en la Santa Cueva data de tiempos de Alfonso I el Católico quien, para conmemorar la victoria de don Pelayo ante los musulmanes, mandó construir una capilla dedicada a la Virgen María, que daría origen a la advocación de la Virgen de Covadonga. La cueva estaba recubierta de madera pero en 1777 un incendio destruyó la talla original de la Santina. La actual talla data del siglo XVI y fue donada al Santuario por la catedral de Oviedo en 1778. La talla de la Virgen es de madera policromada, de dulces facciones, sostiene al Niño y una rosa de oro. Durante la guerra civil la imagen de la Virgen desapareció, y fue encontrada en la embajada de España en Francia en 1939. La capilla actual, una recreación historicista de estilo neorrománico, es obra del arquitecto Luis Menéndez-Pidal y Álvarez.

Tumba del rey Don Pelayo

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